Los párpados suelen ser las primeras estructuras en mostrar los signos del envejecimiento en la cara, aunque en la aparición de estos signos no solo influye el paso del tiempo, sino también factores genéticos y ambientales (sol, tabaquismo...).

En los párpados superiores lo más frecuente es la aparición de flacidez, exceso de piel y esto puede dar a la cara aspecto triste o cansado. La corrección con cirugía es sencilla y puede hacerse con anestesia local, en muchos casos sin precisar ingreso en clínica. 

En los párpados inferiores, se suele combinar la flacidez de las estructuras (piel y músculo), así como la aparición de bolsas grasas. 

En muchos casos las bolsas y las ojeras aparecen desde la primera juventud, resultado de una predisposición genética, no siendo entonces una causa del envejecimiento, aunque éste lo acentuará.

Estos estigmas pueden eliminarse mediante una intervención que suaviza los rasgos del párpado apenas sin dejar marcas visibles. Suele realizarse el procedimiento con anestesia local con algo de sedación y sólo se requieren unas horas de estancia en clínica. El resultado suele ser muy visible desde los primeros días y puede realizarse incluso en gente joven. El procedimiento suaviza el contorno del párpado eliminando o recolocando los excesos de bolsas grasas, músculo y piel.

Otras veces lo que se precisa corregir es la ojera, existiendo varias alternativas de tratamiento. El resultado de estas intervenciones es evidente y duradero, ya que las bolsas no suelen reaparecer. En caso de necesitar suturas, éstas se retiran entre los 3 y los 5 días del postoperatorio y enseguida es posible maquillar la zona parta atenuar alguna señal, de modo que suele ser posible hacer vida normal en muy poco tiempo.