Diferentes técnicas y procedimientos pueden feminizar un rostro. La facies femenina en comparación con la masculina,debe tener unos contornos más suaves,menos angulosos, con contorneado de áereas como el pómulo y en general que las estructuras óseas subyacente se encuentren bien cubiertas por tejidos blandos que suevicen las formas.
Pueden realizarse mejorías en el contorno:
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En las cejas, arcos óseos supraciliares. Si estos contornos óseos de la órbita superior son muy notorios, el marco de la mirada se endurece.Puede corregirse rebajando el contorno óeseo o suavizándolo mediante el implante de grasa propia (lipoestructura)
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En la nariz. Una nariz fuerte, huesuda, con dorso prominente siempre masculiniza el rostro más que una nariz más pequeña, con líneas más suaves. Es frecuente que un rostro se vuelve más femenino cuando una mujer se somete a una rinoplastia de reducción que reducirá el protagonismo en la cara de esas estructuras prominentes en la nariz.
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En los pómulos: El redondeado o contorneado del área malar mediante lipostructura o con ácido hialurónico tiende a producir el efecto de triángulo invertido en la cara y dejando así un rostro menos alargado.Se enaltecen los puntos de luz del pómulo,dando sensación de feminidad y lozanía.
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Mandíbula: puede aportarse grasa propia para contornear una mandíbula demasiado angulosa o huesuda para suavizar las líneas.
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Arrugas,surcos y labios: Mediante el aporte de ácido hialurónico contorneamos los labios, enfatizando sus curvas y añadiendo algo de volumen.Esto también puede hacerse para corregir arrugas de los surcos nasogenianos y otros.